KAME
KAME Vuelvo de ninguna parte y solo soy este puñado de nervios alterados. Si mi viaje no es esta odisea tremebunda digna de ser contadas por mis nietos, entonces, solo soy este tránsito inexorable hacia la soledad. Solo soy estas ganas de morirme, estos deseos de tenerte dentro, esta risa estúpida ante tanta maldad. ¿Quién diría que he pagado el precio de mi propia vida? ¿Quién dirá que he llenado de oro, los cajones y de vida, mi existencia? Alguien dirá que el día se ha desbordado en reminiscencias de luz y olores para aquellos que no pasan de ser. Tomado de "Danza implacable"