EL REGALO DE TU TIEMPO
Llegas a un punto de la vida en el que empiezas a valorar el tiempo de forma diferente. Cuando se es joven, como dice el lugar común, parece que el tiempo es eterno: todo es posible, el presente y la urgencia se imponen y al volver a ver atrás solamente hay una pequeña cola de huellas en la arena. Sin embargo, llega el día en que el tiempo dejó de estirarse para tomar cualquier forma posible y se empieza a ver desde otra perspectiva. Dice el trovador: "El tiempo, el implacable, el que pasó..." El tiempo pasa a convertirse en un bien preciado, en un regalo que agradeces con la premura de utilizarlo lo mejor posible. Cuando una persona pide ser escuchada, probablemente no se percata del especial favor que la otra le hace cuando dice: "Sí, tengo tiempo para escucharte" y se dedica enteramente a hacerlo. Es un regalo que brinda y que no es suficientemente valorado. Cuando pienso en el tiempo, siempre pienso en la mejor forma de aprovecharlo para disfru