UN FOSFORAZO
Recintos deprimentes en donde se hacina toda la humanidad desechada por violenta, feroz y cruel. Sin embargo, es solamente un débil reflejo de lo que nosotros mismos somos y creamos: abismos profundos entre los que todo lo tienen y los que nada merecen. No nos basta cerrar todas las posibilidades de rehabilitación. Ahora, surge la malévola intención: ¿Y qué tal si los borramos en un solo intento? Así, cada cierto tiempo, la cárcel se convierte en un infierno y los reos perecen comidos por las llamas. Casualmente, nadie llega a tiempo, la ayuda se hace sorda y por clara consecuencia, la gente muere, de la peor manera imaginable. Desechos humanos que una sociedad hipócrita condena, que pueden ser descartados, consumidos, eliminados por un fosforazo. A propósito del incendio en una cárcel en Honduras.