APRENDO MI PROFUNDIDAD

Hace algunas semanas, presencié un exabrupto que me dejó pensativa. Un profesor había recibido el ofrecimiento de una beca para estudiar en la universidad y se negaba rotundamente a aceptarla so pretexto de que no tenía tiempo para estudiar. Creo que el individuo se sentía casi insultado por el ofrecimiento de la oportunidad. 

Mientras, yo pensaba en lo feliz que me haría un ofrecimiento de esa naturaleza. 

Aprender siempre me ha parecido una aventura fascinante. El proceso de aprendizaje me permite desafiarme a mí misma, retarme en la búsqueda de mis estándares más altos, me encamina a la apropiación de nuevos conceptos y habilidades; es la oportunidad de abrirme a horizontes inalcanzables antes y convertirlos en territorios descubiertos, como tierras inexploradas para mi entendimiento, gran y nuevo conquistador. Aprender es una de las experiencias más gratificantes que he experimentado. Aprender es un placer. 

En estos tiempos de crisis financiera y derrumbamiento de la estructura laboral, un doctorado ha probado no servir de nada, pero lo peor ha sido que nuevas generaciones han presenciado el tamaño de esa tragedia y han sacado conclusiones irreflexivas en las que la inversión en educación ha sido la gran perdedora al no podérsele vincular al "éxito" económico, es más, ni siquiera a la sobrevivencia económica. 

El capitalismo salvaje nos ha regalado esta realidad surrealista: un doctor manejando un taxi. Sin embargo, yo no renegaría de la importancia y sobre todo, del gusto por aprender tantos temas que aún me son ajenos, por el proceso de aprender a aprender. Ese proceso me construye como persona,  modifica mis neuronas y me permite comprenderme con mayor profundidad, mientras comprendo mejor a los que me rodean y a mi mundo.   

Comentarios

  1. Muy cierto, a pesar de que el aprendizaje no está vinculado necesariamente a la educación formal, la oportunidad de aprender y de adquirir nuevos conocimientos es siempre una oportunidad para crecer como persona.

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    1. Es cierto, Juan Carlos. Carlos Aldana realizaba un ejercicio interesante: le pedía a las personas que identificaran tres aprendizajes significativos que hubieran ocurrido en sus vidas y casi siempre, esos aprendizajes no estaban vinculados a un sistema formal, es decir, a la escuela. Sin embargo, en este artículo vinculé el aprendizaje al sistema formal por el evento que dio origen a mi reflexión.

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